viernes, 25 de enero de 2013

La conversión de San Pablo

Que desgracia tan grande para el alma rebelde, aún cuando crea que no tiene necesidad de Dios, se imaginan felices, pero la verdadera paz y felicidad no puede encontrarse al margen de la Gracia de Dios, no hay paz para quien persiga a la Santa Iglesia Católica de una o de otra forma, las críticas a los obispos y al Papa dejan claro la oscuridad del corazón y la corrupción, su alma no es feliz, porque ¿qué felicidad puede hallar el alma cuando ha querido ser guarida de demonios?